LA VIVEZA CHILENA Y OTROS MALES.

Hace unos cuantos años vivo en el sur del país, en la ciudad de Osorno, a pesar de vivir en un mismo país, existen diferencias notorias entre una región y otra. Ejemplo de ello es la compra de leña.

En la casa de mi infancia, había una chimenea la cual disfrutaba y era un deleite para quien llegara, pero el paso del tiempo, me trajo a esta ciudad, y de la chimenea de mi infancia, pasamos a "estufa de combustión lenta", también alimentada por leña, que también es exquisita, pero, a la hora de comprar la leña, cambia según la región del país. Aquí se compra por metro cúbico, y tuvimos que ser víctimas de los muchos ladronzuelos que venden estas leñas y de lo difícil que es encontrar a alguien honorable que se dedique a vender este insumo. O venden la leña que no es, metiendo una de inferior calidad o venden de menos metros. Es por conductas como éstas que tenemos fama mundial de ladrones, pero lo indignante es que nos "hechan al saco" a los que somos "rectos" y honrados, y por otro lado, ese mal entendido concepto de "andar con la viveza", de andar sacando provecho perjudicando a quién sea me causa decepción.

Uno de mis vecinos es médico, el también al igual que yo es de lejos, y cuando llegó a la zona, compro 15 metros de leña, cuando la guardo y la acomodo, porque no sabía como medirlos y le pago a un tercero para hacerlo, se dio cuenta que realmente le habían dejado 10 metros de leña y se tuvo que tragar la rabia y la indignación. Días después, una mujer llegó de urgencia a un servicio médico y a mi vecino le tocó atenderla. La enferma y su marido abrieron bién los ojos, porque eran los mismos que le habían vendido la leña de menos. Después que la paciente se mejoró, mi vecino les dijo que el no era rencoroso y era por sobre todo un profesional, por lo tanto, la atendería como a cualquier paciente a la señora, y de esta manera, les dio una tremenda lección moral a este matrimonio.

Así nos damos cuenta que todos terminan pagando el error que cometen y los abusos que hacen, y las víctimas terminan recibiendo por otro lado su recompensa, lo que es conocida como "la justicia divina", que existe, aunque cueste creerlo.

Pensaba contarles otras experiencias, pero lo dejare para después, igual con esto estoy feliz, no había podido actualizar mi blog, mi casa había sido un "manicomio", bautizado por mi como "El Peral", al igual que la casa de mi amigo Francisco, debido a mi cumpleaños, saludos que agradezco, por trabajos que se estan haciendo en casa y por otros múltiples motivos no había podido sentarme a escribir, y mas rato, me doy de alta de estea "loquera", y voy a disfrutar con amigos.